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¿Habría que aprender a saber lo que sentimos? ¿Saber reconocer nuestras emociones?

El paso siguiente sería aprender a controlarlas o gestionarlas. Pero, ¿por qué? ¿qué importancia tiene?

La felicidad es la falta de miedo

En las escuelas nos tendrían que estar enseñando la naturaleza de las emociones y su gestión.

Los valores siempre serán sospechosos de ser de derechas o de izquierdas.

El día que aprendamos a distinguir entre ansiedad y miedo podremos empezar a hablar en serio de reformas.

Muy importantes son las reformas de tipo educativo que son imprescindibles para que la gente pueda controlar sus emociones, sepa lo que le pasa por dentro, cuando le pasa algo -y les pasa todo el rato-, porque sólo así tendremos los estamentos y los individuos capaces de indagar sobre el origen del universo y sobre las nuevas tecnologías y su impacto sobre la cultura.

Tenemos muy arraigada la frase del ¿Qué piensas?… ¿os imagináis que para pedir la opinión de nuestros amigos, tras contarles nuestra situación, dijésemos ¿Qué emoción te produce?

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3 Respuestas a “Aprender de las emociones”

  1. No cabe duda de que tenemos que trabajar nuestra emocionalidad. Lo que ocurre que, si pensamos en el sistema educativo, las limitaciones son demasiadas. Supone trabajar mucho la retroalimentación y eso se necesita por cada persona: hace falta mucho tiempo disponible. A nosotros nos pasa en la universidad: no puedes devolver individualmente en muchas ocasiones. Y es una auténtica lástima.

  2. Carme dice:

    Desde luego que es una lástima en general, pero más si cabe cuando pensamos en servicios y lo que la Universidad aporta. Precisamente estos días se está debatiendo mucho sobre la diplomatura de turismo (http://comunidad.hosteltur.com/post/2008-09-01-el-futuro-del-turismo-no-est-en-las-aulas) Y digo esto mientras leo resignadamente en el semanario local que el Campus Terres de l’Ebre de la Universidad Rovira i Virgili el año que viene ya no ofertará la Diplomatura de Turismo. Este año es el último.

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