Feed de
Artículos
Comentarios

Gracias al blog de José Miguel Bolívar, Optima Infinito,  y en concreto el post sobre Las 8 Herramientas de Organización en GTD, he descubierto la existencia de la disciplina Get Things Done (= hacer cosas, obtener resultados). Se trata de una técnica de productividad personal. Si te interesa el tema, Alfonso ha publicado recientemente en Yoriento el Ranking de blogs sobre productividad personal de la blogosfera hispana, donde encontrarás blogs como El Canasto, Hábitos Vitales, El Inconformista, Optima Infinito, Dutudú, Semana Vista, Tambuzi…, Evolución Profesional, Technología Eficaz, Productividad Personal y muchos otros.

¿Ya lo conocías? ¿Lo intentaste y no resultó? ¿Piensas que el GTD no es para ti? Entonces estás leyendo el post adecuado para ti. Te presentamos siete ideas para ayudar a las personas como tú, creativas. Se trata de una nueva entrega de sharismo sincronizado con Yoriento, que al mismo tiempo publica su versión en su blog sobre este tema, la productividad personal, que Yoriento ha comentado ya en otras ocasiones.

A continuación traducimos un artículo escrito por Jonathan Mead en el imprescindible blog Zen Habits :

7tipswogtd

Seven Productivity Tips For People That Hate GTD

Artículo del colaborador de Zen Habits Jonathan Mead; síguele en twitter.

No todo el mundo consigue GTD (hacer cosas, obtener resultados). Lo sé porque yo no lo conseguí. Me mareó la cabeza.

No tengo nada contra el sistema ni contra David Allen.  Estoy seguro de que tiene que ser fabuloso para algunas personas (por eso tiene todos esos followers, ¿verdad?). Pero para otros, simplemente no es adecuado. Principalmente para personas con pensamiento creativo.

A la hora de la verdad el GTD y otros sistemas resultan a menudo demasiado fáciles de convertirse en un hábito de sobre-ingeniería de tu sistema. Te centras demasiado en el sistema y pierdes la visión de lo que es perseguir la productividad en primer lugar.

Además, hay una gran falta de recursos en productividad que no impliquen jergas complejas y elaborar diagramas (véase la matriz GTD). El tipo de recursos que sí que existen en el sector creativo. No estoy diciendo que  GTD no funcione o que no sea maravilloso. Sólo que no conecta con algunas personas.

Aquí hay siete de los mejores, sencillos y a veces aparentemente disparatados consejos para ser más prolíficos.

  1. Crea una lista “detener». Si no obtienes los resultados que quieres, hay posibilidades de que no te importen mucho las cosas que estás haciendo. La mejor forma de cambiar esto es crear una lista «Detener». A menudo dedicamos mucho tiempo a crear listas de las cosas que tenemos que hacer, pero raramente reflexionamos sobre las cosas que no funcionan. Así que crea una lista de todas las cosas que están consumiendo tu energía y derrochando tu tiempo. Averigua cuál de esas cosas es la que tiene el mayor impacto negativo cuanto a hacer las cosas que realmente quieres hacer. Aborda eso primero cada día.
  2. Céntrate en ráfagas cortas. Resulta un poco triste darse cuenta de que el motivo por el que mueren la mayoría de sueños es por falta de enfoque en la acción. Si te estás distrayendo constantemente por la televisión, navegando en internet, leyendo blogs, o lo que sea, estás dando largas. No obstante, pensemos que los niveles altos de enfoque es algo que sólo los super-humanos pueden alcanzar. Pero el enfoque mental es similar al desarrollo muscular; es algo que hay que entrenar con resistencia. Así que averigua cuánto peso mental eres capaz de levantar, y empieza por ahí. Escoge enfocarte durante 50 minutos en tu tarea más importante, entonces tómate un descanso de 10 minutos para hacer lo que quieras. Luego repite. Si no puedes levantar 50 minutos, prueba con 20 minutos, o incluso 10 minutos. Incrementa tu resistencia gradualmente (la cantidad de tiempo que te concentras) cada semana.
  3. Define tu no-va-más diario. ¿Cuál es tu Algo Maravilloso? Tómate el tiempo de definir claramente tu motivo profundo para avanzar hacia ese objetivo. Ahora haz de ello un post-it, o programa un recordatorio diario de ese motivo profundo en tu programa de correo electrónico.
  4. Permítete fracasar. Uno de los mayores motivos por los que evitamos hacer lo que más nos gusta es que tememos que vayamos a caernos de bruces delante de todo el mundo. Y que se reirán o pensarán que no somos maravillosos y todas nuestras teorías sobre que no somos en realidad genios serán verdad. Traigo buenas noticias: Probablemente no serás tan malo como creías que eras. Pero también tengo malas noticias: Nunca serás grande a menos que antes te permitas fracasar. Así que da la bienvenida a tu fracaso. No permitas que tu miedo al fracaso te impida hacer lo que más te gusta.
  5. Enfócate en las Tres C’s. A la hora de la verdad, hay 3 grupos principales de cosas que necesitamos dominar sea lo que sea lo que queramos hacer. Necesitamos Crear, necesitamos Conectar, y necesitamos Consumir. O en otras palabras, necesitamos producir/compartir, construir y alimentar relaciones,  y mantener nuestro conocimiento en nuestro campo. Un desequilibrio en estas áreas estancará nuestro progreso. Si siempre estamos consumiendo, pero nunca exponemos nuestras ideas, no vamos a progresar hacia nuestro objetivo. Si estamos conectando sin crear, no tendremos nada de valor que compartir. Y si estamos creando sin aprender continuamente, nos quedaremos desactualizados. Definir un enfoque en una de las Tres C’s nos ayuda a mantenernos enfocados en nuestro propósito para el día. También nos ayuda a darnos cuenta de que dedicar tiempo a Twitter y a socializar es tan importante como crear. Se trata de encontrar el equilibrio.
  6. Deja de ocuparte de cosas que no importan. Este consejo parece muy simple, pero vale la pena repetirlo. Es fácil vernos atrapados obsesionándonos por pequeñas tareas y trivialidades que no son realmente importantes. La mejor forma de superar este hábito es empezar a pensar en términos de impacto a largo plazo. Cada vez que empieces a obsesionarte con pequeños detalles, pregúntate por cuánto tiempo van a durar los resultados de esas tareas. Si siempre estás dedicando la mayor parte del tiempo realizando tareas que tendrás un impacto pequeño tras una semana o un mes, te vas ha quedar anclado siempre en la misma posición. Sé implacable y no te preocupes por todas las cosas que no son importantes. Tu vida depende de ello.
  7. Hazlo simplemente sencillo. Si estás teniendo apuros por hacer progresos en las cosas que realmente te importan, quizá lo estés haciendo demasiado complicado. Intenta hacer un compromiso realmente sencillo, como trabajar en esa cosa que más te gusta durante una hora al día. Una hora, cada día. No te comprometas a terminarlo o a hacerlo perfecto. Solamente comprométete a hacer Una Cosa Que Adoras cada día durante una hora, durante 30 días.

Los sistemas de productividad complejos no son para todo el mundo, y no tienen que serlo. No te preocupes si te asusta el GTD o si hiere tu cerebro. A pesar de ello puedes llegar a hacer las cosas que realmente te importan.

16 Respuestas a “7 Consejos de Productividad Sin GTD”

  1. Yoriento dice:

    Gracias por ser tan productiva. Como he comentado también en mi versión, el consejo sexto es el que me parece más eficaz, al menos en mi caso 🙂

    • Carme dice:

      Gracias Alfonso, has elegido un post muy útil. Creo que voy a empezar a fijarme en cómo hacéis los que realmente sois más productivos, como tú y como los blogs que normalmente recomiendas.

      A mí me parece que el punto 4 es muy importante para poder empezar pero también para avanzar (y me recuerda lo de la beta permanente de moda en la web). El punto 7, el de una hora diaria para tu objetivo principal, creo que tiene una potencia muy grande y, como te comentaba en tu blog, creo que el quid está en elegir una única «prioridad 1» cada vez.

      Por otro lado, el punto 6 que has elegido tú, el de no ocuparse de pequeños detalles sin importancia, me recuerda una frase que me apunté el año pasado: «Perfectionists are loosers». Intento repetírmela a mí misma tan a menudo como puedo.

      Gracias por este sharismo que cada día me gusta más 🙂

  2. cumClavis dice:

    Muy bueno el post y este trabajo combinado con Yoriento!
    Ya teneis en cuenta que los gtdistas pueden lanzar una fatua hiperproductiva contra vosotros…?

  3. Aquí no puedo hacer grandes aportaciones, sino más bien sentarme a tomar nota, aprender y a esperar a que lleguen los gtdistas a la arena del debate, que si se da imagino que será vibrante

  4. Carme dice:

    Gracias Manel y Nacho. Como comento en el post, acabo de descubrir la disciplina GTD, así que bienvenido el debate con los expertos que pueden arrojar más luz.

  5. Los consejos de Jonathan Mead me parecen interesantes, útiles y cargados de positividad y sentido común. Son perfectamente compatibles con GTD y supongo que con cualquier otra metodología, en la medida que no sustituyen a nada de lo que GTD propone y, desde luego, no tienen nada que ver con GTD.

    Lo que no me gusta es el título de post original. No creo que tengas que odiar GTD para poner en práctica estos buenos consejos. Tampoco coincido con el punto de vista de J. Mead en cuanto a que GTD no es para todo el mundo o que no sirve para ser creativo.

    El hecho es que las únicas razones por las que la gente fracasa al aplicar GTD son las siguientes:
    1) Falta de necesidad. Realmente no necesitan ser más productivos. ¿Para qué hacer entonces la enorme inversión de tiempo y esfuerzo que requiere implementar GTD?
    2) Falta de conocimiento. No han leído el libro o lo han leído pero no se han enterado (yo lo tuve que leer tres veces hasta que me enteré y no me tengo por más tonto que la media). Lo más fácil entonces es decir «GTD no me sirve» y quedarse con tres «ideas-GTD» sencillas y complementarlas con otras tres más de «autoayuda-de-consumo-masivo». Tranquiliza momentáneamente la conciencia pero es de escasa aplicación práctica
    3) Falta de voluntad y compromiso. Lo necesitan, se han leído el libro y se han enterado pero no tienen la fuerza de voluntad para comprometerse y asumir el esfuerzo de ponerlo en marcha. Nadie es perfecto, pero que no echen la culpa al método GTD de su debilidad de carácter

    Me parece estupendo que la gente no use GTD. No veo nada malo en ello. Lo que no entiendo es por qué lo critican sin conocerlo ni haberlo usado. Además de una falta de rigor me parece una actitud pueril.

    JM

    • Carme dice:

      Hola JM, gracias por venir y aportar el contrapunto de alguien que conoce bien el GTD.
      Me ha gustado mucho tu análisis sobre los motivos por los que la gente fracasa al intentar aplicar el GTD.
      Por mi parte tengo que reconocer mi falta de conocimiento y también un cierto respeto ya que a primera vista parece algo bastante complejo, por lo que aún no me he atrevido a probarlo. Por el momento me he suscrito a tu blog, que leo a diario, y me buscaré el libro para poder ir aprendiendo poco a poco.

  6. Anna dice:

    Personalmente, creo que el gran error de un GTD mal aplicado es focalizarse -como en toda metodología- a la herramienta y no a los resultados. ¿Demasiado rígido? No lo negaré, pero para eso está el sentido común de que nos habla Nacho. Al principio, pensé que dedicaría más tiempo al GTD que al trabajo propiamente dicho, pero la pauta te permite consolidar antes nuevos hábitos. El GTD no es una doctrina sectarista y tienes que tomar lo que te es útil. Lo que habeis expuesto en los dos post es magnífico, pero no se contradice con aplicar GTD.

  7. Como acabo de re-comentar en este mismo post, pero de Yoriento, que me ha sugerido que me moje algo más… hasta donde sé, o usas GTD o usas sentido común.

    Yo por ahora, mientras me espera el libro de Allen en la mesita de noche, uso el libre ejercicio del sentido común y estos 7 consejos lo que me ayudan es a modelar y darle más sentido a mi mi sentido común.

    Pero como acabo de resumir en un tuiteo, “usar GTD” es usar un prospecto (un manual de uso para ser productivo) y “no usar GTD” es usar el sentido común. Yo utilizo lo segundo hasta que no conozca bien el primero.

  8. Me declaro de acuerdo con José Miguel, se trata de consejos útiles que no tienen nada de incompatibles con GTD.

    De momento me parece descabellado que GTD no sea compatible con el pensamiento creativo. De hecho Allen deja siempre a la hora de dar consejos el espacio libre suficiente como para que sean aplicados de forma creativa. Antes de conocer GTD yo editaba un blog y de forma inconstante y atropellada. Tengo cinco blogs ahora, y en un momento dado me hice el cálculo de que dedicándole cinco horas al día podría editar quince blogs. Un trabajo sin duda creativo. Y todo gracias a GTD.

    Por lo demás:

    1. ¿En qué se diferencia una lista «detener» de la lista «someday/maybe» sugerida por Allen?

    2. El punto fuerte de GTD según David Allen es eliminar el estrés en la gestión de tu productividad. Allen lo explica así; en una superficie de agua quieta, lanza una piedrecilla. Ahora lanza un enorme pedrusco. En principio las dos cosas parecen tener un impacto distinto, pero el resultado final siempre es el mismo, el agua volviendo a la calma. Cualquier nueva tarea a la que debas enfrentarte, sea pequeña y sin importancia o enorme y trascendental debe tener el mismo estado final, que tu sistema la asimila y vuelve la calma. El punto 2 no es incompatible con GTD.

    3 Éste sí. Allen sugiere que si revisas tu lista de tareas diariamente y la gestionas semanalmente, no es necesario establecer ni fechas ni niveles de importancia o prioridad en las mismas.

    4 Compatible con GTD, pero en este caso me remito al gran Seth Godin y su clásico The Dip; «know when to stick and when to quit».

    5 Espectacular enunciado pero no le veo sentido ni utilidad a la sugerencia de las tres C.

    6, 7 Véase 2. Cuestión de actitud y no de método, por naturaleza no incompatible con GTD.

    Gracias en cualquier caso por la referencia a Mead a quien seguro merece la pena seguirle.

    • Carme dice:

      Hola Ismael, muchas gracias por tu testimonio que me anima a intentar comprender esta disciplina, pues unos resultados como los tuyos valen realmente la pena.
      En cuanto a tu análisis, no puedo decir a qué se refiere Allen con su someday/maybe, pero cuando lo lees no parece que sea lo mismo «detener» que «algún día». Quizá sea lo mismo, pero en principio no lo parece.
      En cuanto a las tres C’s, yo lo interpreto como la necesidad de equilibrio en las cosas, en cualquier cosa que hagamos, siempre habrá que buscar la forma de equilibrar tensiones.
      Por lo que comentas sobre el resto de puntos, interpreto que no son incompatibles con el GTD, pero son algo distinto, no?
      Muchas gracias por tu comentario y tu testimonio y experiencia.

  9. Bueno, yo utilizo mi lista ADQ (de algún día/quizás o someday/maybe) indiscriminadamente para «detener» cosas. Bien ideas para actividades futuras que están en mi cabeza y que necesito sacar de ahí para concentrarme en lo que estoy haciendo, bien eliminando ruido en mis proyectos actuales, es decir, tareas que en realidad pueden esperar y que no me dejan ver claramente las siguientes a ejecutar.

  10. En este caso «hate GTD» es puro marketing. No es que el tío odie GTD y que no utilice muchas cosas de GTD, es que sabe que titulando así el post vendrán los usuarios de Outlook como churras a leerlo.

    • Carme dice:

      Pues no negaría que el título sea puro marketing, el propio autor se auto-denomina a sí mismo creativo, por lo que no me extrañaría lo que comentas de haberlo buscado para traer lectores.

      Sin embargo, también veo que él dice que sí que ha probado el GTD, pero no le ha sido útil a él, por lo que podría ser cierto que no lo use.

      Gracias por mantener el debate. Un saludo.

Leave a Reply to Anna